Los viajeros de negocios y turistas internacionales costearán la campaña de marketing de los EE.UU.

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El Presidente Obama ratificó (el pasado 4 de marzo de 2010) el proyecto de ley sobre la promoción turística en los EE.UU., en el que se contempla la creación de una organización mixta sin ánimo de lucro que estará bajo la supervisión del Departamento de Comercio de los EE.UU. y cuyo objetivo será la promoción del país como destino de turismo de negocios y vacacional; además de ayudar a explicar a los viajeros internacional las políticas estadounidenses de seguridad y entrada. Los políticos y muchos profesionales del sector de la hospitalidad han aplaudido la medida que ven como un triunfo.

La Oficina Nacional de Turismo recibirá hasta 200 millones de dólares para crear una campaña de marketing orientada hacia los visitantes internacionales. Suena maravilloso, ¿a que sí? Pues, no tanto. Casi la mitad de dicha inversión procederá de un nuevo impuesto.

A los visitantes internacionales procedentes de los 35 países que participan en el Programa de Visa Waiver (VWP) se les cobrará una tasa de 10 dólares para cubrir hasta 100 millones de dólares del presupuesto. La tasa se revisará una vez cada dos años, permitiendo entradas ilimitadas en los EE.UU. durante dicho tiempo. La legislación también permite al Departamento de Seguridad Territorial de los EE.UU. cobrar una tasa administrativa adicional para gestionar el programa, que, según algunas personas, ascenderá a unos dos o tres dólares por transacción; con lo que se recaudarán otros 20 o 30 millones de dólares al año. Además, es probable que los viajeros tengan que pagar una comisión sobre las transacciones efectuadas con tarjeta de crédito.

Los otros 100 millones de dólares de la inversión serán cubiertos por una combinación de pagos en especia y en efectivo de actores varios del sector turístico estadounidense –la mayoría de estas organizaciones ya tienen un interés económico en promocionarse ante los viajeros internacionales.

Aunque las tasas pueden parecerse simbólicas, según Steve Lott, portavoz de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), radicada en Washington, DC, es una medida que ha molestado a muchas personas de los países afectados.

“Otros países te cobran tasas de entrada/salida cada vez que entras en ellos”, puntualiza un portavoz de la Asociación de Viajes de los EE.UU. (USTA). “La tasa de 10 dólares es mucho más baja que la que tienen que desembolsar los estadounidenses cuando viajan a otros países –desde los 14 dólares que cobra Irlanda por cada entrada hasta los monumentales 100 dólares del Reino Unido–. Y puesto que la tasa se aplicará a los viajeros de tan solo 35 países, menos del 35% de los viajeros internacional se verá afectado”.

La referencia que hace la USTA al Reino Unido es bastante apropiada; no obstante, la tasa aérea del Reino Unido (Air Passenger Duty) ha levantado bastante polémica, y algunas personas del Reino Unido temen que pueda tener un impacto negativo en el turismo a medida que dicha tasa siga aumentando. El Reino Unido introdujo una pequeña tasa en 1993 para generar ingresos necesarios, y desde entonces ha aumentado notablemente. Y el hecho de que otro país cobre una tasa no es motivo para seguir su ejemplo.

La IATA se ha opuesto a la tasa estadounidense, arguyendo que hacer comparaciones entre la tasa en entrada o salida que cobran otros países es como comparar manzanas con naranjas: ninguno de los 35 países del VWP cobran una tasa turística específica.

La IATA no es la única organización de turismo de negocios en contra de la tasa. La Asociación Nacional de Viajes Corporativos (NBTA) tampoco la apoya “porque sujeta a los viajeros a un impuesto para sufragar el coste de algo que no les beneficia tangiblemente”, afirma Shane Downey, director de política pública de la NBTA, radicada en Alexandria, Virginia.

Nadie cuestiona la importancia de crear una oficina de turismo estadounidense; o la necesitad de diseñar e implementar una campaña de marketing.

Pero es importante saber que en 2009 alrededor de 47 millones de turistas de negocios y de ocio (excluyendo a los viajeros mexicanos) visitaron los EE.UU.; lo que representa una caída del 6% aproximadamente, según los datos de la Oficina para los Sectores de Viajes y Turismo de los EE.UU., radicada en Washington, DC. Por lo general, los viajeros extranjeros gastan alrededor de 4.500 dólares en cada viaje que realizan a los EE.UU., según la USTA.

Dado el gran número de viajeros internacionales que ya contribuyen a la economía estadounidense, ¿por qué no se financia el programa con impuestos existentes?

Parece desafortunado que la tasa sólo se aplique a los viajeros de los países del VMP; un programa que se creyó inicialmente para racionalizar y promocionar el turismo internacional hacia los EE.UU. Se eligió porque el sistema VWP ya existía y se puede adaptar con facilidad para el cobro de una tasa adicional.

Ahora la cuestión candente es si los EE.UU. ha corrido el riesgo de alienar a los ciudadanos y gobiernos de algunos de estos países, que pueden preferir viajar a otros destinos y/o, a modo de represalia, establecer tasas similares para los estadounidenses que visitan sus países.

En cuanto al argumento que es necesario porque los EE.UU. no se están promocionando en el mundo, es simplemente engañoso. Muchas ciudades y estados del país se promocionan y participan en ferias de muestras por todo el mundo.

Ya se ha informado sobre los planes que tienen los EE.UU. para promocionarse como destino en los mercados emergentes, incluyendo Brasil, China e India. Desde luego quiero que los viajeros de éstos y otros países sepan que son bienvenidos en los EE.UU. Pero no estoy seguro de cómo los turistas de negocios y de ocio de Australia, Japón, y España, entre otros países, se sentirán a la hora de pagar una tasa adicional para sufragar los costes de dicha campaña.

Así que ¿acaso no será más que una cuestión de tiempo antes de que a los viajeros de otros países se les pida pagar una tasa de entrada para promocionar el sector turístico de los EE.UU.?

Radicado en Chicago, Rob Hard es periodista independiente especializado en turismo de negocios y editor de BusinessTravelDestinations.com, que ofrece miradas a destinos internacionales desde la perspectiva del turismo de negocios y una guía sobre la planificación de eventos para About.com. También es fundador de RH Communications, Inc., empresa boutique de diseño gráfico, soluciones de imprenta, artículos promocionales y servicios de marketing. Para contactar con él envíale un correo electrónico a editor@rhcommunications.com o una carta a PO Box 4405, Chicago, IL USA 60605.

Publicado
09/03/2010