¿Vencedor o víctima?

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En las mejores circunstancias se miran bajo lupa nuestros esfuerzos para mejorar significativamente nuestras operaciones, desempeños y resultados finales. Cuando las cosas se ponen cuesta arriba necesitamos ser incluso mejores, más listos, más flexibles y capaces de explotar múltiples recursos para funcionar efectivamente en múltiples mercados.

Mientras que un creciente número de empresas expande operaciones en todo el mundo, los patrones buscan y promocionan a aquellas personas que pueden añadir valor a la organización al ser capaces de amoldarse a entornos multinacionales y multiculturales y de trabajar eficaz y efectivamente en ellos.

Al igual que la tecnología –que ha cambiado radicalmente nuestra forma de hacer negocios y comunicarnos los unos con los otros en el lugar de trabajo–, la globalización de la economía mundial está sujeta a cambios igualmente significativos y rápidos. Los conocimientos básicos de la informática se dan por sentado y son un requisito previo para cualquier empleo, sea de conserje o directivo. Las habilidades de comunicación transculturales y la capacidad para operar en un escenario global se consideran ahora aptitudes básicas para tener éxito en el mundo de los negocios del siglo XXI.

La competencia global te identifica inmediatamente como un activo organizacional, con la capacidad para planificar, gestionar, conseguir y tener éxito en una variedad de lugares y bajo condiciones varias. Te hacen destacar como alguien que puede comunicar efectivamente con personas que tal vez no hablen el mismo idioma, no comprendan tu cultura o no compartan tus valores. Te define como un profesional flexible y adaptable que seguirá impulsando la organización.

Hay que entender que la competencia global no quiere decir que siempre estés trabajando en el extranjero. Vivas donde vivas, hay grupos multinacionales y multiculturales que se reúnen a diario en tu país de origen. Es posible que tu empresa se fusione con un competidor internacional o una de las dos compre la otra. Puede que tu empresa busque organizaciones similares en el extranjero para aumentar la afiliación o la asistencia a las reuniones que celebra a lo largo del año.

Si ignoras o limitas las oportunidades de desarrollar la competencia global, limitarás tus perspectivas profesionales. Te convertirás en víctima, en lugar de salir victorioso de la guerra global por el talento. He aquí dos cosas que puedes hacer sin más dilación para incrementar tu valor y ser un profesional más competitivo en el sector de reuniones del siglo XXI.

1) Investiga y aprende sobre países y culturas con los que no estés familiarizado. Empieza por aquellos que más te interesen y céntrate en aquellos con los que trabaja o trabajará tu empresa. Saca provecho de la herramienta CultureActive©, una extraordinaria ventaja con la que cuentan los miembros de MPI. Explota la comunidad global de MPI, constituida por más de 24.000 colegas de 69 países. Los recursos existen, son muy amplios y están a tu disposición.

2) Ten visión de futuro. La guerra global por el talento consiste en identificar a los líderes actuales y futuros. Debes empezar a pensar y actuar como uno de ellos, si no has empezado ya a hacerlo. Los líderes desarrollan visión de futuro y crean una estrategia para orientar las acciones correctas. Puede que no la desarrolles de la noche a la mañana, pero la capacidad de anticipar y aprovechar nuevas líneas de acción aumentará tu valor y te hará avanzar profesionalmente a medida que crece la empresa.

CAROL KRUGMAN, CMP, CMM, es director de servicio al cliente de George P. Johnson, agencia internacional de marketing de experiencias con 25 oficinas en todo el mundo. Para contactar con ella envíele un correo electrónico a carol.krugman@gpj.com.

Publicado
19/11/2008