Ocho pasos sencillos para el branding exitoso

Image

¿Cuál es la esencia de diferenciarse (del branding)? ¿Qué se quiere decir con el branding?

Con el branding, sencillamente lo que se quiere decir es posicionar y exponer tu negocio, producto o servicio de forma singular y atractiva a fin de transmitir la utilidad o el valor de tu negocio, producto o servicio.

Es un intento deliberado de transmitir al mercado o comprador en potencia lo que representa tu negocio, producto o servicio, o lo que puede hacer por él. Entraña presentar lo que hace que tu negocio, producto o servicio sea único, además de su utilidad inherente.

El branding es una herramienta de marketing, lo que hace que sea una acción deliberada. No se trata de algo que se descubre por casualidad; es algo que se desarrolla de manera creativa. Una marca es un ser vivo. Tiene su propio ciclo de vida, personalidad y características. Por lo tanto, si sabes que no eres capaz de marcar la diferencia (ser útil), no intentes ser diferente (el branding). He aquí lo que debes saber sobre el branding: el ser diferente (unicidad) y el marcar la diferencia (utilidad).

¿Cuál es la esencia de ser diferente?

  • El transmitir lo que hace que seas diferente (unicidad)
  • El marcar la diferencia (utilidad). Es decir, hacer constantemente algo valioso con la cosa o idea que te hace diferente.

Es una pérdida de tiempo ser diferente (el branding) si no eres capaz de marcar la diferencia (la utilidad). Así que he aquí ocho pasos sencillos que debes seguir para asegurarte de que el branding que implementas tenga sentido:

1.- Para ser diferente has de tener un mensaje
Tu capacidad para marcar la diferencia depende de hasta qué punto eres capaz de transmitir dicho mensaje. Es de lo que se trata el branding: descubrir la unicidad y utilidad en lo que haces y transmitirlo al mundo o, en su caso, al mercado.

2.- Para ser diferente tu mensaje no solo tiene que ser irresistible (emocional), sino también convincente (lógico)
Tu capacidad para alcanzar un equilibrio entre estos dos factores es lo que garantizará el grado de influencia que tenga tu marca en el mercado.

3.- Para ser diferente necesitas centrarte sólo en tus fortalezas
Nadie puede marcar la diferencia con sus debilidades; el ser diferente requiere fuerza. Por lo tanto, a la hora de intentar ser diferente (el branding), no centres todos tus esfuerzos y recursos en aquellas áreas donde muestres debilidad –en las que no destaques–; en su lugar, céntrate en aquellas áreas donde tú y tu organización tengáis un don natural y destaquéis. Esto se debe a que la gente trabaja más efectiva y eficazmente si puede aprovechar sus fortalezas, en lugar de sus debilidades.

4.- Para ser diferente necesitas hacerte un hueco
No intentes hacerlo todo tú mismo; ya que quien mucho abarca poco aprieta y no conseguirás éxito alguno.

5.- Para ser diferente has de conocerte a ti mismo muy bien
No puedes pretender ser diferente si ni siquiera eres capaz de decir lo que te hace diferente (único). Para ser diferente, como he mencionado anteriormente, hay que transmitir un mensaje, uno que demuestra lo que hace que tu marca sea única y útil para el mercado. Para transmitirlo implica en parte conocer a fondo tus productos o servicios, porque esto es lo que el mercado reconoce como tu marca. Los conocimientos sobre el producto o servicios son centrales a tu esfuerzo por ser diferente.

6.- Para ser diferente has de invertir dinero
¡El marketing cuesta dinero! A fin de obtener el mayor retorno sobre la inversión en el branding, debes gastarte el dinero en algo que sea visible. No te lo gastes en cosas de las que te sea difícil hacer un seguimiento; de ahí que debes centrarte mayormente en tus fortalezas. Ahí es donde reside la marca, así que es hacia donde debes canalizar tus recursos y esfuerzos.

7.- Para ser diferente has de ser consecuente
No puedes pretender ser diferente en un área hoy, si mañana piensas centrarte en otro. Sólo conseguirás confundir a tu público objetivo. Debes transmitirle lo que representas y seguir representando lo mismo por un largo tiempo. Sólo debes cambiar de enfoque en el caso de absoluta necesidad y cuando tengas pruebas suficientes para justificar dicho cambio.

8.- Para ser diferente debes elegir un campo en el que el éxito esté asegurado
Cuesta mucho ser diferente; no malgastes tiempo, dinero y esfuerzo en una idea que no tenga muchas probabilidades de éxito. Sé prudente, pues ¡ser diferente no es lo mismo que ser tonto!

A la hora de elegir el mensaje de tu marca –es decir, el mensaje que utilizarás para marcar la diferencia y transmitirla (la marca)– no elijas uno que no puedas defender. Tu capacidad para defenderlo consecuentemente es la esencia de una marca.

Pregúntate a ti mismo si dispones de los recursos humanos, financieros, materiales y técnicos necesarios para transmitir dicho mensaje. Debes recordar que el quid del branding (ser diferente) es marcar la diferencia (ser útil). Así que si no puedes transmitirlo, si careces de recursos para hacerlo (para marcar la diferencia), no te molestes en elegir un mensaje (ser diferente); busca otro mensaje o espera hasta que seas capaz de defenderlo.

Publicado
20/03/2012