Mendoza, un oasis vitivinícola al pie de Los Andes

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Bodegas Zuccardi, Lagarde, Nieto Senetier, Fichman, Clandon, Séptima, Tapiz, Hacienda del Plata o Catena Zapata son algunas de las bodegas más destacadas de las cerca del millar que salpican la provincia argentina de Mendoza, el corazón del vino latinoamericano.

Es ésta una región donde las culturas colonial y criolla han sabido acoger y hacer suyo el legado vitivinícola de los inmigrantes procedentes de la Europa mediterránea. Esta fusión ha dado especial esplendor a las uvas Malbec, estrella indiscutible de los vinos mendocinos, así como a las Cabernet Sauvignon, Syrah, Tempranillo y demás variedades adoptadas en los últimos años.

Las especiales condiciones naturales y climatológicas de la zona, unidas al mimo que sus cuidadores han puesto en la elaboración del vino, han llevado a Mendoza a producir caldos con elevadas cotas de calidad, avaladas por un creciente prestigio internacional, que la han hecho destacar en el mapa vitivinícola mundial.

Mendoza es una de las zonas de Latinoamérica más identificadas con la magia de los viñedos, con gran variedad de bodegas, desde las más familiares, a las bodegas boutique o las que acumulan riqueza histórica desde hace más de cien años. Un buen número de ellas ha decidido abrir sus puertas al público y unirse al enoturismo, de manera que caminar entre viñedos, conocer su origen mientras degustamos distinguidos vinos, desarrollar las ocultas cualidades de sumiller que albergamos en nuestro interior y disfrutar de exquisitos platos entre viñedos y barricas son sólo algunas de las posibilidades que ponen a disposición de sus visitantes el gran número de bodegas que motean la geografía mendocina.

Principalmente en los departamentos de Maipú y Luján de Cuyo, en la zona centro-oeste de la provincia, es donde más templos del vino han abierto sus puertas a los visitantes. Aquí podemos encontrar las Bodegas Santa Ana, con una arquitectura única de finales del siglo XIX, Escorihuela, que conserva una de las tonelerías más importantes del mundo o Bodegas López, una de las más tradicionales de Argentina, fundada en 1898 por una familia de origen andaluz, que lleva más de 70 años exportando vinos a países de todo el mundo.

Los visitantes de esta zona no pueden dejar de buscar un momento para recorrer las hermosas plazas y calles arboladas de la Ciudad de Mendoza, donde contemplar la antigua zona colonial, edificada a la usanza española, las ruinas de San Francisco, antigua residencia de la Compañía de Jesús declarada Monumento Histórico Nacional o la Iglesia Nuestra Señora de Loreto, Catedral de Mendoza, resulta un placer irrenunciable.

Repartidas por toda la comarca encontramos, junto a los ríos Diamante y Atuel, bodegas que como Balbi, Lavaqui o Jean Rivier, que aún pertenecen a las tradicionales familias que le dieron origen, junto a otras más jóvenes y modernas como Valentín Bianchi y Familia Zuccardi.

Los viajeros que encaucen su viaje hacia el Valle de Uco, donde los viñedos se cultivan a mayor altitud, entre 900 y 1.200 metros sobre el nivel del mar, encontrarán joyas como la pequeña bodega familiar Estancia Ancón, Frapes o Bodega Salentein, con el volcán Tupungato dominando el paisaje.

De hecho, los amantes del aire libre y la aventura encontrarán en estos parajes una oportunidad única siguiendo el río Mendoza, que fluye desde las proximidades de la capital hasta la espectacular cordillera que hace de frontera con Chile. Valles, arroyos, vegas, cerros y los más elevados picos de Los Andes son el marco ideal para hacer senderismo, rafting, parapente, deportes náuticos, esquí o simplemente tomar algunas de las instantáneas más bellas del Cono Sur.

Publicado
07/07/2008