El éxito empresarial: ¿qué hace falta de verdad?

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¿Qué hace falta realmente para triunfar en los negocios? Según mi experiencia como consultor en desarrollo de negocios y coach empresarial, he identificado dos diferentes escuelas de pensamiento al respecto.

1.- Hay que tener voluntad para tener éxito en los negocios
La primera escuela de pensamiento sostiene que el éxito empresarial depende más bien de la determinación o voluntad.

Se basa en la siguiente premisa subyacente: si estás decidido a triunfar, lo conseguirás. Dicha premisa se basa en la creencia de que la tenacidad del empresario contribuye en gran parte a su éxito.

Según esta escuela de pensamiento, el éxito se consigue siempre y cuando no tires la toalla. El éxito empresarial sigue esta pauta; cuanto más tiempo trabajes, cuanto más duro trabajes y cuanto más te permanezcas fiel a tus sueños empresariales, alcanzarás el éxito tarde o temprano.

2.- El éxito empresarial depende de las habilidades
La segunda escuela de pensamiento sostiene que el éxito empresarial depende de la formación o las habilidades.

Se basa en la siguiente premisa subyacente: si estás comprometido con la formación continua, tendrás éxito. Dicha premisa se basa en la creencia de que el punto hasta que esté dispuesto un empresario a adquirir unas habilidades empresariales relevantes contribuirá en gran parte a su éxito en los negocios.

Según esta escuela de pensamiento, el éxito se logra siempre y cuando se amplíen constantemente los conocimientos empresariales. El éxito empresarial sigue la siguiente pauta: cuando más aprendas, cuanto mejor trabajes y cuanto más claras sean tus metas, entonces el éxito será tuyo. El éxito empresarial: ¿voluntad o habilidades?

Según mi experiencia, tanto la voluntad como las habilidades son importantes para triunfar en los negocios.

La voluntad es lo que te impulsó primero a montar un negocio. La voluntad es la pasión que posees y que quieres convertir en realidad construyendo un negocio que importa. Lo peor que le puede pasar a cualquier empresario es pensar que basta con pasión y determinación (voluntad) para convertir sus sueños empresariales en realidad.

Más allá de la pasión y de la determinación está la formación (habilidades).

Tu pasión, determinación y motivación necesitan una dirección. Y en eso es donde aparece la formación. Por mucha pasión que sientas por tu negocio, por muy resuelto que estés de triunfar, no bastará hasta que comiences a acometer acciones informadas.

Y la única manera de acometer acciones informadas es a través de la formación.

La diferencia entre los empresarios exitosos y los que fracasan es la acción informada. Si intentaras perseguir tus sueños empresariales solo con pasión, determinación y motivación (voluntad) estarías empezando la cosa por el tejado.

Es muy contraproducente. ¿Por qué? Porque se trataría de un negocio alimentado solo por energía, en lugar de estrategia. Con tu energía solo podrás hacer tanto; tarde o temprano se te agotará la energía. ¿Qué pasará entonces?

Tu energía (voluntad) tiene un límite. Hay un límite de lo que puedes hacer solo. Por este motivo necesitas una estrategia (habilidades) para asegurarte de que tu energía se utilice debidamente a fin de conseguir unos resultados óptimos. Cuanto más alinees tu energía (voluntad) con la estrategia (habilidades), más grande será tu éxito en los negocios.

Utiliza tu voluntad con tus habilidades
La voluntad de prepararse es el mayor secreto del éxito empresarial. La diferencia entre los empresarios que sueñan y los que alcanzan sus sueños es la voluntad de prepararse.

Una buena disposición a prepararse, a adquirir unos conocimientos, formación o información relevantes, es la clave del éxito empresarial. Tu voluntad (energía) ha de imponerse con las habilidades adecuadas (estrategia).

Si no posees las habilidades adecuadas (estrategia) para imponer tu voluntad (energía), siempre estarás apostando de forma arriesgada. Lo intentarás una y otra vez solo para fracasar. Finalmente, debido a la frustración o vejez, tirarás la toalla.

No merece la pena andarte con rodeos con la esperanza de que baste con tu energía. Es la definición de insensatez empresarial. Como empresario, necesitas pensar estratégicamente en todo lo que tenga que ver con tu negocio.

Y pensar estratégicamente es sinónimo del alineamiento:

  • Has de tener una idea clara sobre la dirección que debes tomar: tu visión, metas u objetivos.
  • Has de ser deliberado en todo lo que hagas: ejecución, acción o actividades.
  • Has de saber cómo hacer las cosas: educación, información o formación.

Conclusiones
El éxito empresarial es una moneda de dos caras que implica tanto la voluntad como las habilidades. No puedes tener éxito con solo una de las caras. Tu voluntad (energía) es el combustible para tu viaje y tus habilidades (estrategia) el mapa.

Sin combustible (voluntad), te quedarás tirado a medio camino, y sin mapa (habilidades), te perderás. En otras palabras, necesitas habilidades empresariales y voluntad para triunfar en los negocios.

Publicado
31/10/2014