Desata tu creatividad

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Actualmente, hay una cosa que comparten todos los profesionales del sector de congresos y reuniones: la necesidad de encontrar soluciones creativas. Tenemos que solucionar problemas con presupuestos escasos y plazos cortos. Hemos de reinventar las reuniones, los lugares de celebración y los eventos. Antaño, necesitábamos ser perseverantes, pero hoy en día necesitamos ser lo más creativos posible.

¿De dónde sacaremos toda esta creatividad?

Según el profesor, comediante y filósofo, John Cleese, la creatividad es un tema de práctica y técnica. A principios de junio, pasé el día con él en el Reino Unido. Ambos éramos conferenciantes en la Convención Internacional de Negocios de Yorkshire. Me explicó que la creatividad era algo que desatamos y que no era tan fortuita o mística como se pensaba.

En la actualidad, es profesor visitante de psicología en la Universidad de Cornell. Muchos de nosotros le recordamos como el hilarante protagonista de Faulty Towers, una comedia clásica de la BBC británica. Me contó que la serie de televisión nació de un vídeo que hizo para una cadena hotelera. Con este vídeo educativo, pretendía enseñarles cómo no se debía dirigir un hotel, y era tan gracioso que finalmente llegó a transmitirse por televisión, entrando así en nuestros hogares.

Durante el día, nos reveló varias técnicas creativas a mí (y a una audiencia de unas 1.500 personas). Cada una de ellas puede aumentar sobremanera tu capacidad para aprovechar lo que Cleese llama “la mente inteligente”.

En primer lugar, programa tu solución creativa/tiempo de creatividad y aíslate de cualquier distracción. Explicó que la creatividad requiere que estés muy centrado, y es probable que necesites programar varias horas para aprovechar una buena racha de 60 minutos. Cada interrupción, sea un correo electrónico o una llamada telefónica, te costará muy caro. Al principio de la sesión, es probable que tu mente se llene de pensamientos aleatorios. Déjalos fluir, y si surge algo urgente, apúntalo en una Post-It y relaja tu mente para poder centrarte en el problema.

En segundo lugar, aminora tu proceso de pensamiento. He aquí un ejercicio que él propuso: cierra los ojos durante 60 segundos y limítate a contemplar tus pensamientos. Anda, deja esta revista y hazlo. Cleese señaló que es probable que tengas una variedad de pensamientos, pero si uno de ellos es “pongamos manos a la obra, no tengo tiempo que perder”, te va a costar ser creativo. Aboga por servirse de lo que el autor Guy Claxton llama “la mente de tortuga”. Se trata de la mente lenta y laboriosa que requiere tiempo para asimilar datos y para trazar asociaciones. Invierte tiempo en la creatividad y no te centres en ahorrar tiempo y en ser eficaz.

Típicamente, utilizamos la mente-liebre para pasar rápidamente del punto A al punto B. Según Clease, no estás permitiéndote el tiempo necesario para desplegar tu imaginación. En nuestra cultura, solemos asociar a alguien en actitud pensativa con un holgazán.

“Si Albert Einstein tuviera los pies encima de la mesa”, indicó Cleese, “¡nadie le acusaría de holgazanería!”

En tercer lugar, retrasa la toma de decisiones creativas. Juega con el problema con la paciencia de un niño que intenta descifrar un rompecabezas. Diviértete con el problema y no metas prisa al proceso creativo. Si no fuerzas la máquina para tomar una decisión final, recibirás datos adicionales y una perspectiva ampliada como resultado. Cleese reveló los resultados de un estudio sobre arquitectos estadounidenses que indicaban que los más creativos tenían una cosa en común: trataban el trabajo como si fuera un juego y aplazaban las decisiones finales todo lo posible.

En cuarto lugar, dedica el día entero al problema, para luego consultarlo con la almohada a fin de llegar a una solución. Ahora que aplazas tus decisiones, es fácil alargar una sesión creativa de un día a otro. Cleese señaló que su experiencia en sketches de comedia y en proyectos de educación corporativa le había enseñado que el sueño proporciona otra ventana de oportunidad para el trabajo. Su mente seguía trabajando en el problema mientras que su cuerpo descansaba; durante toda la noche trabajaba lenta pero resolutamente en el problema y otros temas no relacionados pero asociados.

Cuando se despertaba al día siguiente y retomaba el problema, en muchas ocasiones descubría que no existía problema alguno; sólo necesitaba una pausa para abordarlo debidamente. No obstante, no basta con asignarle una tarea a tu mente e irte al catre. Tienes que trabajar durante el día para cargar tu mente con hechos, cifras, temas e ideas que puedan confluir a fin de dar lugar a ese momento de inspiración. Si necesitas idear soluciones creativas el mismo día, entonces sal a almorzar para luego regresar para revisar tu trabajo. Cuando trabajaba en los sketches de Monty Python, Cleese descubrió que esto era la prueba de fuego para la comedia sobresaliente; ¿seguían siendo graciosos después del almuerzo?

Por último, hay que limitar la redacción colaborativa a tres personas. De hecho, según Cleese, el mejor equipo de redacción consiste de dos guionistas. Cada persona adicional hace que la redacción sea más compleja y, al fin y al cabo, esto compromete el documento que resulta más político que creativo. Se puede recabar ideas de muchas personas, pero para redactarlo es mejor un pequeño equipo de dos o tres personas. Esto es cierto para los discursos, el cuerpo de texto de folletos o cualquier documento relacionado con las reuniones.

Una de las grandes ventajas de trabajar en el sector de congresos y reuniones es la oportunidad de conocer a personas brillantes, muchas de ellas conferenciantes. John Cleese es una bendición para la comunidad creativa, y después de seguir sus consejos durante una semana, ya he visto cómo ha aumentado enormemente mi capacidad creativa. Pruébalos también y ¡ya me contarás cómo te ha ido!

TIM SANDERS, uno de los ponentes más valorados del circuito profesional, es autor de World at Work: What Companies and Individuals Can Do to Go Beyond Making a Profit to Making a Difference (Doubleday, septiembre de 2008). Visite su sitio web: www.savingtheworld.net.

Publicado
24/07/2009